Los afrocolombianos viven en tiempos cambiables, donde su estatus étnico depende de varios aspectos como la estructura social, la percepción pública y la visibilidad dentro del sector televisivo que vacila entre una visión progresista, la aspiración de progresar hacia adelante y tener una mente abierta por un lado, y por el otro, conservadora y tradicional.
Esta ambivalencia se produce en ambas series, debido al retrato diverso de los afrocolombianos donde en PE la esterotipación de Kiko y Caín aparece automáticamente, mientras que en HDC, se la narra mediante la reproduccion de expresiones verbales y de la cultura como un intento de distinguirlo de los demás.
El lado conservador y tradicional a veces es significativo, puesto que estos aspectos impiden la representación de los afrocolombianos de manera diferente en las producciones televisivas contemporáneas. Kiko y Caín de PE por ejemplo, son retratados de forma estereotipada por medio de un contexto religioso. La religiosidad en sí misma no es estereotipada, pero se utilizan en la serie como una herramienta para reforzar las características negativas de los personajes. Su ridiculez y personalidad como menos listos, así como algunos de los comentarios y hechos reflejados en las escenas analizadas, contribuyen a la imagen estereotipada. Asimismo, el hecho de que son sicarios delincuentes además aumenta esta percepción.
En contrapartida, Luis Andrés de HDC es retratado de una forma más positiva y modesta, siendo una persona tierna, inteligente y de alguna manera exitoso. Esta imagen de él, se ve reforzada por la ternura que muestra al cuidar a su mamá. Lo único estereotípico sería su alegría y espontaneidad, la pasión mostrada hacia la música afrocolombiana, y que repetitivamente se le es referido como el “Negro”, en lugar de su nombre verdadero, lo cuál podría interpretarse como un intento de deshumanizar y hacerle inferior a los demás.
A lo largo del trabajo hemos resaltado que el discurso estereotípico es cambiable y que el término en sí mismo es problemático, porque las evaluaciones y los atributos casuales que se le asignan a la persona estereotipada, ya sean positivos o negativos, se basan en las normas cambiantes de la sociedad. Nos referimos con eso a que existan dos categorías de estereotipos, donde el primero en mayor grado crea curiosidad e interés hacia este grupo de personas. Por otro lado, este último crea una imagen y percepción despectiva del grupo de personas objeto del estereotipo, lo que también crea pensamientos negativos de los que es difícil deshacerse.
Hemos demostrado que el retrato de los afrocolombianos sigue siendo estereotípico en algunos aspectos en las series observadas. De lo contrario, ha sido posible distinguir matices donde la imagen ha sido a favor para ellos. En cuanto al discurso lingüístico, no ha sido posible situar a los afrocolombianos en un contexto estereotípico específico. En algunos aspectos de las series analizadas hemos podido observar acciones despreciativas a través de de la terminología y expresiones verbales que podrían ser estereotipadas, pero no mediante los dialectos lingüísticos.
Finalmente, la imagen estereotipada que se da de una persona es una de las causas principales de una visión despreciativa y por ende racista, con lo cual las producciones televisivas empeñan un rol importante en cambiar esta percepción pública. En este aspecto, el establecimiento cultural y por lo tanto el sector cinematográfico en Colombia, podría funcionar como un enlace en cuanto a la preservación y desarrollo de una visualización diferente de los afrocolombianos. Al aumentar la visibilidad de personalidades afrocolombianas reconocidas en el espacio televisivo, tanto actores de cine como artistas y personalidades culturales, estas pueden ayudar a crear recursos normativos y mejorables y de esta manera cambiar la imagen estereotipada de los afrocolombianos.